Esta es probablemente la entrada que más me ha costado escribir. Llevo demasiado tiempo con un borrador (tanto que la pequeña ya tiene casi 17 meses y yo estoy embarazada de nuevo), sin decidirme a darle forma y atreverme a publicar. Este es un tema muy importante para mí y no quería desaprovechar la oportunidad de hacerlo bien. Finalmente la cercanía del #8M me ha obligado a ponerme las pilas y aquí estoy, decidida a redactar las líneas generales de lo que significa el feminismo para mí y de lo que quiero transmitirle a mi hija.
Cuando estaba embarazada y todavía no conocía el sexo de mi bebé, reconozco que valoré las ventajas de ser un hombre en un mundo diseñado por y para los hombres. Ahora sé que en el fondo no era más que miedo y cobardía. Miedo a que mi hija sufriera las mismas injusticias que el resto de mujeres. Cobardía por no asumir mi responsabilidad en su educación feminista. Lo entendí cuando supe el sexo y el temor se convirtió en ilusión. Al fin y al cabo, es todo un privilegio ser una de las primeras mujeres en las que encontrará un apoyo incondicional. Así que esta es mi propuesta.
1. Lucha por tus derechos
La realidad es que vivimos en un patriarcado, que nos oprime, nos explota y nos discrimina por el simple hecho de ser mujer. El feminismo defiende la igualdad social, económica y cultural entre mujeres y hombres. Es una cuestión de justicia. No creas a quien te quiera convencer de lo contrario. Nos merecemos los mismos derechos y las mismas oportunidades que los hombres. Lucha por ellos. En las calles y en las redes, con tu voz, tus palabras o tus dibujos, pero lucha. Los derechos no son regalos, son conquistas.
2. Practica la sororidad
Habla con otras mujeres. Con todas las que puedas. Escúchalas, lee sus textos. Te harán creer que son el enemigo. Al sistema le interesa que estemos divididas, que nos tengamos envidia y que compitamos entre nosotras, pero unidas somos más fuertes. La lucha es colectiva. Sus problemas como mujeres son también tus problemas. Solidarízate con ellas. No las juzgues, y mucho menos por su físico, su manera de vestir o sus historias afectivas. No las culpes.
3. Sé crítica
Cuestiónalo todo. La moda, el lenguaje o la publicidad son solo unos pocos ejemplos. Todo es susceptible de estar contaminado por el machismo. Los roles de género son construcciones sociales. No forman parte de nuestra biología. El mito del amor romántico y el ideal de belleza son invenciones para hacernos más frágiles y vulnerables. Haz preguntas, investiga. Debate sobre ello. Una mujer informada es una mujer empoderada. Una mujer empoderada es una mujer libre.
4. Descubre tu potencial
Persigue tus sueños. Sé lo que quieras ser. Hay miles de mujeres que revolucionan y han revolucionado la historia, en todos los ámbitos del conocimiento. En los últimos años se están realizando grandes esfuerzos por visibilizar los éxitos y los logros de las mujeres. Conócelas, difúndelas y úsalas de referente. Toma tus propias decisiones.
5. Ama tu cuerpo
Tu cuerpo es tu hogar, tu transporte. Es solo un envoltorio. Ámalo por lo que es capaz de hacer y por lo que es capaz de dar, nunca por su aspecto. Ámalo por encima de los ideales que otros han decidido por nosotras. Es perfecto tal y como es. Quiérete a ti misma. No busques la aceptación de los demás. No somos objetos. No somos juguetes. No hemos venido al mundo a satisfacer los deseos de los hombres. Tu cuerpo es tuyo y de nadie más. Solo tú decides con quién lo compartes.
6. Explora tu identidad
Vístete con tu ropa preferida. Córtate el pelo a tu gusto. Practica las actividades que mejor te hagan sentir. Sal con quien te haga feliz. Tener pareja es una opción. La maternidad es una opción. Sé amable contigo misma. Eres única.
7. Di tu verdad
Sé sincera y di lo que piensas. Donde sea y cuando sea. Confía en ti misma. Tu opinión es igual de importante que la del resto. No intentes complacer. No busques agradar. Es imposible gustar a todo el mundo. Ser fiel a tus principios es mucho más valioso que su aprobación. No te conformes.
8. Apoya la diversidad
La diversidad es sinónimo de riqueza. La diversidad es fundamental. Conócela, respétala y defiéndela. Rechaza las etiquetas. Tus gustos no te definen. No desprecies a quien no sea como tú.