También conocido como memory o el juego de las parejas, es un juego perfecto para trabajar la percepción, la atención, la concentración y por supuesto la memoria. Las fichas se colocan boca abajo y en cada turno, se levantan dos fichas. Si la pareja coincide, se retiran y se levantan dos más. Si no coinciden, se vuelven a colocar boca abajo. Al final de la partida gana la persona con más fichas.

Podemos preparar un juego de memoria casero rápidamente y con pocos materiales. Solo necesitamos una base (papel, cartón o madera) y unas pinturas. Con niñas y niños muy pequeños unas sencillas fichas o tarjetas de colores funcionarán muy bien. Si diferenciar los colores es demasiado fácil, dibujaremos formas sencillas en las tarjetas. Así interiorizarán poco a poco la dinámica del juego.

Para hacer un juego como el de la foto necesitamos:

Materiales

Herramientas

  • impresora
  • tijeras

Procedimiento

  • Imprime unas ilustraciones en papel de pegatina con cuidado de no sobrepasar el diámetro de las fichas de madera. En mi caso debo fijarme que la impresora ajusta el papel al 100 % de la imagen e indicarle que el tipo de papel que va a utilizar es «Adhesivos de fotos».
  • Recorta, retira el papel trasero y pega sobre la ficha.